Al elegir una alfombra para el salón, considera el tamaño, diseño de la habitación y su uso.
Para empezar, es importante medir el espacio donde se va a colocar la alfombra, para asegurarse de que el tamaño sea adecuado. Alfombras muy pequeñas desproporcionan la habitación; las grandes dificultan el movimiento.
En cuanto al diseño, hay que elegir una alfombra que se adapte al estilo de decoración del salón. Alfombras llamativas destacan; las neutras complementan la decoración.
También hay que tener en cuenta el uso que se va a dar a la alfombra. Si el salón es un lugar de paso frecuente, es recomendable elegir una alfombra resistente y fácil de limpiar. Si, por el contrario, la alfombra va a estar en un lugar de descanso, puede optarse por una alfombra más suave y cómoda.
Una vez elegida la alfombra, hay que colocarla correctamente para que quede bien anclada al suelo y no se mueva con el uso. Usa cinta adhesiva para fijar la alfombra al suelo. También se puede utilizar una alfombra antideslizante debajo de la alfombra para evitar que se mueva con el uso.
